EL VALOR DE LA COMUNICACIÓN INTERNA.
La
necesidad de comunicación en una organización se ve reforzada cuando observamos
las múltiples ventajas que se derivan de ella, tanto para la organización como
para las personas:
1. Los procesos de comunicación, desde una
perspectiva sistémica, permiten a la
organización mantener la coordinación entre sus distintas partes y alcanzar
así su característica esencial: la de ser un sistema. La
acción coordinada y el trabajo en equipo, frente al trabajo en solitario sin
interacción cooperativa y coordinada, contribuirán a lograr los objetivos
estratégicos.
2. La comunicación es, además, un instrumento de
cambio. El pensamiento estratégico lleva implícito un mensaje de cambio: la
necesidad de adaptación al entorno cambiante en el que vive la organización. En
este contexto, la comunicación interna permite
la introducción, difusión, aceptación e interiorización de los nuevos valores y
pautas de gestión que acompañan el desarrollo organizacional.
3. Por otro lado, uno de los objetivos que toda
organización persigue es que sus trabajadores estén motivados, identificados
con los objetivos organizacionales. Los trabajadores a su vez necesitan estar
informados para sentirse parte activa de la organización y que la participación
reciba el adecuado reconocimiento. De este modo, la comunicación al incrementar
las posibilidad de participación, favorecer las iniciativas y movilizar la
creatividad, se convierte en un factor
de integración, motivación y desarrollo personal.
Todo
ello contribuirá a la mejora de la calidad de vida laboral y a la calidad del
producto o servicio ofrecido por la organización, al aumento de la
productividad y el incremento de la competitividad. Hay que recordar que, dada
la competitividad del entorno, la organización no solo deberá competir en la
calidad de los servicios o productos que ofrezca, sino en la calidad de vida
laboral que otorgue a sus activos humanos. En
la búsqueda de la Calidad Total, la comunicación aparece como un elemento
fundamental de partida, haciéndose cada vez más necesaria la planificación
de los medios de comunicación y el uso adecuado en las estrategias de
comunicación, de tal modo que condicionen una óptima eficacia de los mensajes.
La
buena gestión de la comunicación interna debe alcanzar un objetivo básico: cubrir las necesidades de comunicación que
presentan los individuos o grupos que conforman la organización. Y en este
sentido la comunicación es tan importante para los empleados como para la
dirección.