1. Demasiada
jerarquía en la empresa: Una estructura
demasiado vertical o compleja, dificulta los flujos de información ya que una parte
puede perderse o distorsionarse. Otro ejemplo puede darse con las filiales, que
al encontrarse distantes en el espacio, su colaboración debería
estrecharse para evitar esta causa.
2. Estilo de dirección: Un estilo autocrático propicia la falta de
comunicación ascendente y todo tipo de retroalimentación, siendo el temor por
la pérdida de poder el principal motivo. La dinámica cultural de colaboración
entre compañeros y departamentos puede representar una barrera de difícil superación.
3. Conflictos
entre personas: Los conflictos entre diferentes empleados o equipos en la
organización hacen que la información no fluya y se vea distorsionada.
4. Tipo de
canales usados: La elección equivocada de los canales y herramientas usados en
la comunicación puede llegar aser un elemento clave en el fracaso comunicativo.
En este apartado, Internet y sus diferentes usos según rango de edad o habitualidad en su uso, pueden representar un
claro ejemplo.
5. Cantidad
inadecuada de información: Esta causa está
asociada normalmente a la falta de información, por lo que entre empleados podría
crear rumores y distorsionar el mensaje original.
6. Falta de
capacidad para la comunicación: Otro error
puede ser la falta de formación
de los empleados para que generen una
comunicación efectiva y formal en los momentos
clave.
7. Falta de seguimiento: La retroalimentación en estos casos puede ser
vital para futuras comunicaciones internas. Habitualmente
no se controla el correcto recibimiento del mensaje, junto con su completa compresión,
por lo que puede que no se realice de la mejor manera posible.
8. Fracaso en el
crear una cultura de comunicación: Por último, la cultura de confianza con la
empresa y su equipo directivo, ayudara a que cualquier tipo de comunicación
interna consiga el éxito.
Dichas causas están todas condicionadas
por el propio cuerpo del mensaje, la fiabilidad del origen y el entendimiento y
asimilación por parte del destinatario principal, siendo condicionante para el resto
de variables. La importancia de la comunicación interna es reconocida desde que
los equipos de RRHH han profesionalizado su campo de actuación, involucrándose
en los servicios estratégicos para la organización.